Cada vez son más los hechos que demuestran que lo que comes tiene un efecto directo con la mente. Aunque es exagerado decir que una dieta pueda sustituir algunas pastillas, los médicos sí tienen clara la relación de efecto del menú sobre el cerebro.

Un nuevo estudio incide en la relación entre una dieta poco saludable y la depresión. Para la investigación se analizaron los hábitos de 800 personas de 14 años. A través de un cuestionario se les preguntó por sus pautas alimenticias, estableciendo dos grupos: dieta occidental (alto consumo de carne roja, comer fuera a menudo y muchos snacks dulces) y la saludable (mucha fruta, vegetales, proteina magra y granos integrales). Tres años después se sometieron a un estudio sobre su salud mental.

Tras analizar los datos, resultó que aquellos que seguían la primera mostraron probabilidades más altas de un incremento en el índice de masa corporal e inflamación, mientras que los otros marcaban la tendencia contraria. En aquellos que se asociaban con el primer grupo también se veían incrementados los desórdenes de salud mental y depresión, sin embargo, los que se alimentaron de forma saludable mantenían un estado más equilibrado. Por ello, la conclusión fue que comer bien «protege contra la depresión».

Aunque el estudio cuenta con limitaciones, como la imposibilidad de encajar el tipo de alimentación en solo dos grupos de forma clara Wendy Oddy, una de las autoras del texto indica que: «Aunque el trabajo científico sobre la relación entre los problemas de salud mental e inflación está todavía en su infancia, esta investigación hace una contribución importante en cómo lo que comes impacta en estas relaciones».

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