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  • Pecho

    Aumento con chispa

    5 enero, 2021 Redacción

    Por encima del músculo, por debajo y de forma biplanar. El alojamiento de la prótesis tiene pros y contras a valorar, en función de cada paciente y de su aspiración estética. El Dr. Javier Moreno Moraga, director general de IML, prefiere la técnica del Plano Dual porque libera la parte más voluminosa del implante, consiguiendo una elevación espontánea mucho más sexy, de areola en la cúspide.

    La proyección resultante de este bolsillo multinivel, que libera la parte más voluminosa del implante, consigue una elevación espontánea mucho más sexy, con areola en la cúspide.

    Lo que no te contaron sobre el “bolsillo”

    Objeto de animadas discusiones a lo largo de los años, la colocación de la prótesis obedece a diferentes criterios.

    La colocación subglandular: El bolsillo o hueco para albergar la prótesis se realiza por encima del músculo y justo debajo de la glándula mamaria, pero tiene riesgo de ptosis con el paso del tiempo. Además de la caída del pecho por el peso protésico, tiene una estadística de contracturas capsulares marcadamente superior.

    La colocación subpectoral: Con mayor aceptación por su menor índice de contractura capsular, corre el riesgo del temido “double bubble” o efecto de “mama en cascada”, que es cuando ésta se desliza hacia abajo, mientras el implante queda fijado arriba, justo debajo del músculo, que es donde inicialmente se posicionó. Además de esta “waterfall deformity”, existen otras desventajas como el pecho demasiado firme, sea cual sea la postura.

    Colocación biplanar y abordaje

    También llamada disección “Dual Plane”, requiere un profundo conocimiento anatómico y el dominio del abordaje en distintos planos. Esta técnica, que fue inicialmente propuesta y publicada como solución al indeseado “double bouble”, es la elegida por IML, ya que tiene todas las ventajas de la implantación subglandular y subpectoral, sin sus inconvenientes.

    Colocación biplanar y abordaje La colocación biplanar independiza el tejido glandular del tejido muscular en función del problema a corregir. Este gesto quirúrgico permite colocar la prótesis de tal manera, que la parte superior queda debajo del pectoral y la inferior, que es la más pesada y voluminosa de la “gota” anatómica, por encima.

    El abordaje que es de 4 cms, se sitúa a nivel submamario. Imperceptible con el paso del tiempo, permite todo tipo de técnica quirúrgica, no altera la sensibilidad del complejo areola-pezón y preserva la integridad de la glándula y sus conductos cara a una futura lactancia.

    Ese curioso Magic Touch

    A resultas de la disección “Dual Plane” se produce un efecto espontáneo, que dota al complejo areola pezón de una proyección respingona, mucho más sexy. Aunque sutil, cambia la percepción de este pecho intervenido, cuya prótesis tiene un comportamiento singular en su parte inferior. Liberada de la presión ejercida por el músculo en su parte superior, sufre una expansión ascendente, que reposiciona la areola en la cúspide y evita el efecto indeseado de la “mama en cascada”.

    Este resultado depende en gran parte de la técnica, que cuenta con tres formas de disección para despegar el músculo de la glándula mamaria. La elección de una u otra depende fundamentalmente del grado de ptosis y de flacidez tisular.

    El papel de la prótesis

    Cohesividad, cubierta, forma, volumen y proyección son factores a considerar en la elección de la prótesis, cuyos pros y contras, difieren según los modelos. Las elegidas por IML son prótesis de nueva generación, que se caracterizan por las siguientes ventajas a nivel de resultados y seguridad clínica:

    Nanotexturizadas: con rugosidad de 3,2 micrones y sin productos añadidos en el proceso de texturizado. Son una alternativa a las prótesis de cubierta lisa con más riesgo de contractura capsular y a las de rugosidad clásica, que se han relacionado con ciertos tipos de linfoma.

    Elasticidad máxima: de un gel cohesivo que tiene menor tendencia al rippling (replegado) y carece de dispersión en caso de rotura, tienen una envoltura cuya elasticidad asegura la recuperación de la forma tras la contracción o el estiramiento extremo. Esta característica permite su introducción a través de incisiones más pequeñas, sin riesgo de deformaciones, ya que la memoria del gel recupera el diseño original.

    Viscosidad óptima: asegura un comportamiento ergonómico y natural de la prótesis con los distintos cambios de postura, obteniendo un movimiento natural de la mama al tumbarse (aplanada) y al levantarse (forma de gota).

    Amplia variedad: el amplio catálogo de tamaños y perfiles, permiten un alto grado de personalización, ya que la elección de la prótesis depende de los deseos del paciente, pero también de la altura, peso, morfología corporal y sobre todo, anchura de hombros y caderas, que son los que determinan su volumen. El grado de proyección, que está condicionado por el defecto a corregir, así como la forma redonda o anatómica (en forma de gota), están ampliamente representados.

    Trazabilidad: viene determinada por un chip que permite una lectura digital invivo de la prótesis implantada y sus características.

    En IML realizan la operación a partir de 4.900 €, incluyendo preoperatorio, pruebas de serología, prenda compresiva y todos los gastos asociados .

    Imágenes: D.R.

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