Ayer falleció Enrique Loewe Knappe, tercera generación de la familia Loewe,a los edad 103 años. El empresario estuvo casi cincuenta años al frente de la compañía y fue el impulsor de su expansión internacional.

En 1934, Enrique se ponía al frente de la firma de lujo tras la muerte de su padre. «Durante su etapa al frente de Loewe se podrían destacar multitud de elementos que conformaron los cimientos de lo que hoy es la marca», apuntaba la marca en un comunicado.

De hecho, a él se debe gran parte del éxito de la compañía en el extranjero que comenzó en los años 60. Otro de sus grandes hitos fueron la apertura de su tienda más emblemática en la Gran Vía madrileña, tras el fin de la Guerra Civil.

La expansión internacional comenzó en 1963 en Londres y una década más tarde en Japón, mercado clave todavía hoy para Loewe. Knappe siguió en la compañía hasta los ochenta, momento en el que sus herederos tomaron el relevo.

En su última entrevista, concedida a Loewe World, hablaba así de las cualidades que le llevaron al éxito: «Ser honesto con lo que se hace, trabajar duro, evitar la rutina y renovarse constantemente».

Imágenes: @loewe.