Es uno de los tratamientos faciales más solicitados en Nueva York según la plataforma Net-a-Porter, pero existe desde hace décadas, incluso en España. Te explicamos en qué consiste.

¿Qué es el dermaplaning?
Piensa en afeitarte la cara con un bisturí quirúrgico con la mano firme de un profesional calificado, en lugar de hacerlo en casa con una navaja de afeitar desechable. El resultado es una exfoliación sin químicos: la cuchilla raspa la superficie de la piel para eliminar suavemente las células muertas y la pequeña capa de pelusa facial. Su metodología es, por tanto, similar a la dermoabrasión y a los peelings químicos. Después la piel queda ultra suave, fresca y brillante, incluso tras la aplicación de maquillaje.

La técnica está avalada por la American Society of Plastic Surgeons (Asociación Americana de Cirujanos Plásticos), que defiende sus resultados: piel más suave, más luminosa, de aspecto más jugoso, y con arrugas y marcas de acné más difuminadas. Un par de veces al mes es suficiente para notar resultados.

Riesgos del dermaplaning

«El riesgo más común es un cambio en la pigmentación de la piel”, advierten desde la American Society of Plastic Surgeons. Como sucede después de someterse a un peeling químico, es importante protegerse minuciosamente del sol para evitar la aparición de manchas debido a que la piel está especialmente expuesta.

Una de las preguntas más frecuentes que plantean a los especialistas es si el cabello vuelve a crecer más grueso. Según el doctor londinense David Jack, «la respuesta es no, ya que solo un cambio en las hormonas puede alterar el crecimiento del vello».

Por lo demás, aplicar vitamina C, ácido hialurónico y retinol después del tratamiento puede ser particularmente efectivo.

¿Te animas?

Imágenes: D.R.