Si hay algo que hemos aprendido de la cosmética coreana es que su fin último es buscar una complexión radiante. Y una de sus máximas preocupaciones es mantener los poros en su mínima expresión, aunque parece que cuentan con un secreto ancestral que ahora comienza a descubrirse en occidente: lava volcánica.

«Este elemento es naturalmente poroso, por lo que tiene capacidad para absorber los aceites y la suciedad de la piel», comenta Julien Bouzitat, directiva de Innesfree, una firma de K-beauty basada en este ingrediente.

Además, la ceniza ayuda a limpiar y a exfoliar. ¿Resultado? Poros invisibles. Pero si la contaminación ha dejado una huella profunda, la cosmética coreana también tiene solución: la doble limpieza.

«Lavarse con un limpiador de base oleosa seguido de uno en espuma, no solo ayuda a disolver las impurezas, también previene la aparición de granos y tiene un efecto descongestionante», añade.

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