La coloración natural va ganando adeptas en un contexto en el que se subraya la sosteniblidad y los cero residuos. ¿Pero qué tipos hay y cómo se aplican? Preguntamos al salón IN-Viso de Madrid, un salón que usa productos de alta gama BIO tanto para el cabello como para el resto de tratamientos que respetan el medio ambiente.

Cada vez más nos encontramos a más personas que no quieren renunciar a la coloración, pero que no pueden aplicar productos químicos en su cabello, ya sea por diferentes patologías como problemas de la piel o del sistema inmunológico o por estar bajo tratamiento oncológico.

En estos casos, conviene saber que hay dos tipos de coloración natural. Por un lado, los barros que se obtienen de diferentes partes de las plantas (algarroba, comino, sésamo…), que se trituran en un molino de piedra para extraer metales pesados.

«La coloración se obtiene mezclando con la parte de agua que corresponda según el cabello y la temperatura adecuada. Además, es un tratamiento perfecto para el cabello, ya que desintoxican, reequilibran, dan fuerza y textura al cabello y favorecen la regeneración capilar», nos cuentan desde el salón.

En segundo lugar, tenemos los óleos, una coloración de oxidación química libre de sustancias tóxicas y enriquecida con sustancias procedentes de la agricultura ecológica, aminoácidos y enzimas naturales de flor de loto, babassu, coco o aloe.

Con los óleos podemos conseguir cualquier tono con un efecto 3D ya que suaviza la línea de crecimiento.

«Al no tener ingredientes tóxicos, durante la aplicación tanto de los barros como los óleos el cabello y cuero cabelludo estarán protegidos durante todo el proceso de coloración y no inhalarás ingredientes perjudiciales para la salud. Además, al no contener petrolatos, respetan la estructura del cabello, reducen patologías de la piel y la aparición de futuras alergias e intolerancias».

Con esta coloración se obtiene un color más natural y se purifica el cuero cabelludo, favoreciendo el correcto crecimiento del cabello, evitando su caída y controlando los niveles de grasa. Además, le da textura al cabello y no produce ni picores ni descamaciones.

¿ESTA COLORACIÓN ACLARA Y CUBRE CANAS AL 100%?

Hay que señalar que ni las plantas ni los óleos decoloran el cabello, por tanto, no se pueden realizar mechas con esta coloración ya que no aclaran el cabello. Ahora bien, cabe señalar que con la coloración natural no conseguimos cubrir canas al 100% ya que realmente lo que hace es tonalizarlas.

Esta coloración aporta un reflejo que disimula la cana consiguiendo un efecto óptico de medio tono más claro gracias al brillo que aporta y como deja pasar la luz. Con esta coloración, la cana se convierte en una mecha

¿QUÉ TONOS SON LOS QUE ESTÁN MÁS LOGRADOS?

«Con la coloración natural se pueden conseguir todos los matices siempre que estén a la misma altura del cabello natural, y siempre con un punto más cálido que frío, pero por ello no tiene que ser un color encendido», apuntan. «El que haya cana facilita que el resultado sea mucho más bonito más luminoso y brillante».

¿CUÁL SERÍA EL PROCESO DE UNA PERSONA QUE QUIERE PASAR DE MECHAS RUBIAS NO VEGETALES A UNA COLORACIÓN 100% NATURAL?

«Lo primero que haríamos sería analizar el cabello y que desea conseguir. Si el cambio es factible, en primer lugar, debemos tener paciencia, ya que tendremos que acostumbrar a nuestro ojo a ver otro tipo de colores ya que, por ejemplo, el barro proporciona un efecto óptico de que el cabello está medio tono más claro. Por el contrario, si una clienta lleva un rubio con fondo muy oscuro con barro no va a conseguir el mismo efecto», explican.

Con esta coloración, por ejemplo, muchas mujeres han pasado de teñirse o hacerse mechas todos los meses a aplicarse los barros con más espacio de tiempo y añadirle unas cuantas mechas, con lo que el tiempo de renovación de coloración es menos esclavo, más sano y natural.

¿Te animas a probar la coloración natural?

Imágenes: D.R.