¿Qué tenemos que comer después de una sesión de entrenamiento running?

Hemos terminado, lo hemos dado todo, ¿qué tenemos que hacer ahora? Por supuesto, descansar. Pero aparte de eso, ¿qué tenemos que meter al cuerpo para recuperar la energía empleada en el ejercicio?

Glucosport arroja un poco de luz sobre esta duda que suele surgir de vez en cuando.

Cuando se realiza un entrenamiento exigente y se consumen las reservas de energía, es aconsejable ingerir hidratos de carbono de absorción rápida durante las primeras dos horas posteriores al ejercicio a fin de recuperar el tejido muscular.

Leche o bebida de soja: La leche o bebida de soja, dependiendo lo que consumas personalmente, aporta proteína, vitaminas y minerales, y al ser líquida, el organismo la absorbe rápidamente. De esta manera, los músculos se repararán de una manera rápida. También es buena para rehidratar.

Plátano: Seguro que no os sorprende ver esta fruta en esta lista, ya que casi en todos los hogares se consumen después del ejercicio. Este fruto amarillo es rico en potasio, por lo que ayuda a construir proteínas y a recuperar los minerales, y tiene un alto contenido en azúcares.

Pasas: Las pasas son uno de los alimentos más adecuados para después de correr. Son ricas en glucosa y fructosa, azúcares que se van perdiendo a medida que se avanza en el entrenamiento. Son perfectas para recuperar las reservas.

Frutos del bosque: Las fresas, frambuesas, arándanos y las moras están cargadas de antioxidantes, vitaminas y minerales. También son ricas en glucosa y fructosa, por lo que son perfectas para reponer estos azúcares que perdemos al correr.

Combinación de lácteos y fruta: Combinando lácteos y fruta natural el cuerpo recibe hidratos de carbono para rellenar las reservas de glucógeno y la proteína para recuperar la musculatura.

Atún: Es un alimento excelente para tomar después de entrenar, ya que tiene mucha proteína. Además, si se añaden hidratos de carbono como pasta o pan, se suma ese componente que necesitamos para rellenar las despensas de glucógeno.

Imágenes: Unsplash (Heather Schwartz)

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