Maquillaje con casi cuatro siglos de historia. Ocurrió en la dinastía Ming, en 1628, bajo el mandato del Emperador Chongzhen. Dai Chun Lin fue el primer fabricante de productos de alta cosmética para el cuidado de la piel en China y su primer cosmético, unos polvos faciales perfumados elaborados en exclusiva para la concubina favorita del emperador.

Tras la apertura de su primera tienda en Yangzhou en 1.628, Dai Chun Lin creció rápidamente, hasta convertirse en el proveedor oficial de la corte imperial china. Sus productos eran utilizados por las élites del país, que pagaban importantes sumas de dinero.

Fue entonces cuando este pionero creó la primera base de maquillaje del mundo, hace 389 años, un imprescindible que continúa como una de las propuestas estrella de la firma. Cubre manchas e imperfecciones y nutre la piel, haciendo que el rostro se muestre luminoso e uniforme.

Está elaborada con ingredientes botánicos como el polvo de arroz, el de perlas y la vitamina E, a través de los cuales se cubren las imperfecciones del rostro, cuello y escote, Además, cuenta con factor de protección solar 30. Puede aplicarse directamente con una brocha o pincel o mezclándolo con la crema hidratante.

Ahora esta y todas sus propuestas se pueden encontrar en la boutique que la firma acaba de abrir en Madrid.

Imágenes: D.R.