O cuando la mejor musa es una misma. Es el lema que Diane von Furstenberg ha seguido en su último desfile celebrado ayer en Nueva York.

Rescatada de la época en la que la diseñadora pasaba veladas disco en los sofás de Studio 54, la belleza del show ha encontrado en la melena wavy adornada con flores de la Diane de antaño su fuente de inspiración.

«Es un guiño a la primera vez que Diane se presentó en público con el cabello sin alisar», declaró la maquilladora responsable del look Pat McGrath a vogue.com.

Parece que las ondas harán una nueva vuelta el próximo verano.

Imágenes: @dvf.

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