Nutrición
Estrés y dieta
11 diciembre, 2017RedacciónEl estrés puede influir negativamente en la alimentación, reduciendo la sensación de apetito o por el contrario aumentándola. Personas estresadas manifiestan comer cualquier cosa o por impulso aunque no tengan hambre.
“Actuamos con prisa y no prestamos atención a lo que estamos comiendo, por lo que desconectamos del proceso de alimentación y como consecuencia, también desconectamos de las sensaciones corporales. El estrés genera una mala alimentación, pero una mala alimentación también puede generar estrés.” nos comenta la experta en Coaching de Pronokal Group®, Pilar Morales.
Aprender a incorporar como un hábito la alimentación consciente y practicar el Mindful eating es indispensable para una salud óptima, y eso significa comer prestando atención a lo que se come y a su efecto en el cuerpo que es la clave para una alimentación saludable que permita mantener los resultados obtenidos con el tratamiento. Al mismo tiempo, la persona aprende a tener una relación más amable consigo misma y más efectiva para conseguir su objetivo.
“Entrenar la atención es un recurso esencial para el cambio de hábitos. Una mente atenta es más capaz de frenar el automatismo de las conductas, aumentando así la capacidad de decisión que posibilita una nueva forma de relacionarse con la comida. Por ese motivo es tan importante para cualquier paciente que esté realizando alguno de los métodos de Pronokal Group”, nos explica Pilar Morales.
El programa tiene como objetivo reducir el malestar psicológico. Consiste en un entrenamiento de 8 semanas orientado a la mejora de la atención, reducir el malestar o el estrés y desenvolverse mejor en situaciones complejas y en momentos difíciles. De esta manera evitaremos que el estrés influya en nuestra alimentación y que adquiramos malos hábitos.
Pronokal Group® pone a disposición de sus pacientes el reconocido programa MBSR (Reducción de Estrés basada en Conciencia Plena) en colaboración con Adaptic® Institute.
Imágenes: @renskroes.