Primero fue el el ombré en dorados y rubios, más tarde en rojizos, luego rosas y ahora la paleta apunta hacia el gris. Este estilo de coloración que se plasma en un degradado del color original ahora se manifiesta en blanco y negro.

La técnica se basa en llevar algunas de las fibras del cabello hasta un tono platino y una vez conseguido, derivar el color al gris.

El efecto se consigue sobre una base morena. Debido a que el tono grisáceo desaparece rápido de la fibra capilar, los efectos recomiendan utilizar un champú azul para mantenerlos durante más tiempo, como Silver de L’Oréal Professionnel.

Si buscas cambiar de registro de cabello cuando vuelvas de vacaciones, el gris se presenta como una de las grandes alternativas para la entrada en la nueva temporada.

Imágenes: @ritasbeautybar, @mehmetmelek34.