Si pese al tiempo que le dedicas, no consigues sacarle partido a tu melena, quizá tu rutina incorpore gestos que la están saboteando. Presta atención a estos rituales básicos y le devolverás la salud a tu pelo rápidamente.

Peinar antes de lavar

No es fácil lavar la cabeza con el pelo enredado, pero puede que no estés aplicando la técnica correcta, algo que puede dañar la fibra. Lo común es hacerlo de arriba a abajo, pero y si te dijésemos que esto va en contra de la salud de tu melena. El método de «abajo hacia arriba», que consiste en peinar el cabello en trozos más pequeños, comenzando por la parte inferior y avanzando hacia el cuero cabelludo ayuda a evitar la rotura.

Champú extrasuave, de Babe (8 €). Champú restructurante de argán, de My organics (26 €). Cepillo esqueleto, de Julia (7,50 €).

El tipo de agua

¿Puede la fuente del agua afectar a nuestro cabello? Aunque no es necesario utilizar agua filtrada, hay localizaciones en las que merece la pena considerarlo, ya que la acumulación de minerales puede afectar a aspectos como el color. La acumulación de agua dura también provoca que puede hacer que la melena quede plana, dura o rígida. Afortunadamente, existen champús específicos para combatir este problema.

Químicos nocivos

Se deben evitar todos los productos con sulfatos, pero no son solo los estilistas a los que no les gusta este ingrediente, los profesionales médicos también lo evitan. Es importante que el producto capilar no contenga el lauril sulfato de sodio porque los sulfatos pueden irritar la piel y pueden aparecer eccemas, alergias u otras irritaciones capilares. Cualquier persona con piel sensible podría beneficiarse al cambiar a un champú suave sin sulfatos. Además, evitas todos los problemas de encrespamiento.

Imágenes: @pexels, D.R.