La modelo transexual será desde el próximo enero el rostro de la última campaña de la firma de cosmética capilar. Una unión dispuesta a romper los moldes de la arcaica dictadura de la diferenciación de géneros.

De origen brasileño, la modelo irrumpió en la industria de la moda de la mano de Riccardo Tisci, que tras contratarla como asistente decidió apostar por ella para protagonizar su campaña de 2010. Una polémica decisión que le abrió las puertas del éxito. Un camino ligado a la lucha contra los prejuicios en pro de la tolerancia.

Aunque hoy no es la única, sí fue la pionera en cambiar los cánones de belleza impuestos. Carine Rotfield (directora entonces de Vogue Francia) fue otra de las que ayudó a afianzar su carrera incluyéndola en uno de sus editoriales. Eso sí, alimentando el debate al sacarla totalmente desnuda en sus páginas. Creada la controversia, su popularidad fue en aumento. Y es que la brasileña ha llegado a protagonizar la portada de la revista Love besando a la mismísima Kate Moss.

Conquistado el mundo de la moda, es la industria cosmética la última en rendirse ante los los encantos de la modelo.

Imágenes: Cordon Press, Love Magazine y cortesía de Redken.