Hasta el momento, cuando querías regalarle al rostro una dosis extra de nutrición, efecto flash o terapia detox habías de cubrirlo con una pasta que le confería un aspecto alienígena. O también podías cubrirlo con elixires que limitaban la movilidad debido a sus texturas.

Pues la empresaria Nannette de Gaspé ha conseguido revolucionar el mercado. Su hallazgo pasa por integrar los beneficios de la mascarilla en una fórmula para llevar. Ni pastas coloreadas, ni cubiertas enriquecidas, la francesa ha lanzado unas mascarillas que no se notan.

Sus productos se aplican a través de una ligera máscara, pero la diferencia con otras de ellas, es que son secas. En 15 minutos despliegan sus virtudes en el rostro, los ojos, la boca, el cuello o las manos.

Según cuentan, bastan tres horas tras la aplicación para reducir las líneas del rostro en un 20% e incrementar su hidratación y luminosidad hasta un 62%.

Imágenes: @nannettedegaspe.