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    Prepara tu bronceado

    9 marzo, 2018 Redacción

    Contamos los días para que reaparezca el sol y volvamos a subir el tono de la piel. Pero para hacerse con los favores del astro rey y maximizar sus beneficios hay que establecer unas pautas de comportamiento antes, durante y después de exponerse a sus rayos. Este es el manual para hacerse con el bronceado perfecto y sin riesgos.

    Alimentación. Numerosos estudios demuestran que los betacarotenos, la vitamina C y el té verde intervienen activamente en el proceso de bronceado. Se transforman en vitamina A en el organismo, dando color a nuestra piel y sirviendo de protección frente a la acción de los rayos ultravioletas. Asimismo, son un potente antioxidante celular. Por su parte, la vitamina C favorece la síntesis de colágeno, componente fundamental de los tejidos dérmicos, logrando así un piel más joven. El té verde, por otro lado, previene el daño en el ADN de las células de la piel ocasionado por exposiciones prolongadas al sol. La bebida de belleza Summer Skin, de Beauty&Go, integra todos estos componentes.

    Exfoliación. Es importante exfoliar la piel antes de la exposición solar para eliminar las células muertas de la dermis. Esta debe realizarse mediante masajes circulares suaves por todo el cuerpo insistiendo en las zonas más propensas a la acumulación de células muertas, como son la espalda, los codos, las rodillas o los pies.

    Protección. Existe la falsa creencia de que las cremas de protección solar actúan como escudo para el bronceado. Sin embargo, los filtros solares no solo no evitan el bronceado, sino que ayudan a que este se más saludable, bonito y duradero, evitando las manchas y favoreciendo la uniformidad del mismo. Es importante escoger un SPF adecuado para cada tipo de piel y aplicarlo de abajo a arriba cubriendo cada centímetro del cuerpo.

    Renovación. Para lograr el perfecto bronceado es importante protegerse antes, durante y después de tomar el sol. El fotoprotector ha de aplicarse 30 minutos antes de la exposición solar y ha de renovarse cada dos horas. Hay que prestar especial atención a zonas delicadas como el rostro o el escote.

    Hidratación. No hay un bronceado uniforme y luminoso sin una correcta hidratación de la piel, tanto por dentro como por fuera. Para evitar el efecto rebote del sol en forma de sequedad y deshidratación es importante tomar dos litros de agua al día y utilizar cremas hidratantes y tratamientos after sun tras la exposición al sol.

    Toma conciencia. Pese a que el sol tiene efectos positivos como la producción de vitamina D o la mejora del estado de ánimo, entre otros, también hay que tener en cuenta los efectos adversos que una incorrecta exposición al sol puede tener sobre el organismo. Es por ello que es esencial evitar tomar el sol entre las 12 y las 16 horas.

    Imágenes: D.R.

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