Con el sol a pleno rendimiento, las cremas protectoras se convierten en un imprescindible en la rutina beauty. Seguro que conoces ciertos mantras asociados a ellas, pero cada año los expertos se afanan en darnos las claves para sacarles el máximo rendimiento. En esta ocasión, Environmental Working Group de EE.UU ha lanzado una guía sobre sus buenos usos. Esto es lo que hemos aprendido.

1. Es muy probable que no utilices suficiente crema solar. La variedad mineral como las que contienen óxido de zinc y titanio suelen ser más densas, por lo que mucha gente piensa que está utilizando suficiente, cuando no es cierto. La indicación es utilizar el contenido que correspondería a un vaso de chupito cada dos horas.

2. Cuidado con la oxibenzona. Es un filtro ultravioleta muy común, pero también un disruptor hormonal y alérgeno. Se encuentra en el 70% de las cremas solares no minerales. La alternativas son las mencionadas en el anterior epígrafe.

3. Los factores extremos (por encima del 50) son engañosos. Muchos farmacéuticos coinciden en que estos productos no ofrecen mayor protección. Según la FDA, el organismo americano que controla los medicamentos dice que: «no existen datos adecuados que demuestren que los factores de protección solar por encima de 50 añadan protección adicional».

4. Los sprays son más fáciles de aplicar, pero más peligrosos. Aunque resultan más cómodos, los químicos y minerales se volatilizan y corres el riesgo de inalarlos.

5. El debate de la vitamina A. Muchas cremas incorporan este antioxidante con un supuesto efecto rejuvenecedor, pero lo cierto que que esta molécula no reacciona bien al sol y puede derivar en enfermedades, según algunos estudios desarrollados por el gobierno estadounidense.

Imágenes: @bellahadid.