La semana más terrorífica del año exige un maquillaje cargado de misterio. Los ahumados en negro se presentan como la estrella de la noche. Una técnica precisa y tres básicos esenciales garantizan un acabado misterioso y sexy. Estos son los pasos para conseguir el smokey perfecto.

1. Busca una inspiración.

Las versiones de esta técnica son muy amplias. Puede quedar marcado, con efecto cateye o un difuminado de acabado enmascarado. Elige tu musa y prepara la técnica.

2. El marco es la clave.

Los ahumados establecen un juego de degradados. Para que funcionen han de partir de una base firme. Con un lápiz de acabado graso define el contorno del ojo y lleva el extremo hacia una forma almendrada. Mide el grosor del trazo según el acabado deseado.

Terracotta Khol, de Guerlain.

3. Mix pantone.

Una vez fijado el contorno es el momento de matizar. Ahora entran en juego los grises que darán comienzo a una sensación de difuminado. Elige un tono (no siempre tienes que asociar el gris al negro, puedes elegir el color que más se adapte a tu look) y consigue sombras en diferentes matices, tres es suficiente. Comienza a maquillar con la más oscura cerca de la línea.

Paleta Ombre Hypnose Drama, de Lancôme.

4. Pestañas definidas.

Otra de las bases para que el efecto smokey funcione son las pestañas. Marcarán aún más la forma del ojo y proporcionarán intensidad a la mirada.

Plush Lash Mascara, de Mac.

Imágenes: @kimkardashian.