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    SOS Excesos

    5 junio, 2018 Redacción

    El verano está lleno de placeres, muchos de ellos para el paladar, y la mayoría cargados de contraindicaciones para la forma física. Aperitivos que se convierten en almuerzos, cafés que derivan en tapeo, actividades que retrasan la hora de comer incitándonos a picar snacks poco saludables… Sobrevivir a estos momentos es posible, pero solo si prestamos atención a estos errores a evitar que nos descubre Alejandro Cánovas, nutricionista del hotel Barceló Montecastillo.

    Confundir sed con hambre:
    en verano nos deshidratamos con mucha más facilidad y más del 30% de las personas cometen el error de confundir la sed con hambre, ¿cómo diferenciarlo? Es muy sencillo: “bebe un vaso grande de agua y espera cinco minutos, si la sensación vuelve escoge un snack saludable como las nueces. La mayoría de las veces de trata de una mezcla de ambas sensaciones”, afirma el nutricionista.

    Barra libre de fruta: sí, pero no descontroladamente. No hay que olvidar que contiene azucares, por lo que no se recomienda comer más de 4 o 5 piezas al día (aunque depende de la condición y ejercicio físico personal). “Lo ideal es consumir cuatro piezas: dos en el desayuno, una a media mañana y otra después de comer”, apunta Alejandro.

    Los smoothies son una opción fit que aglutina de un plumazo y en versión rica una buena cantidad de frutas. En el Vital Corner del hotel Barceló Montecastillo, se combinan con verduras, semillas y otros súper alimentos en función de los intereses, patologías (colesterol, problemas digestivos, hipertensión…) o condición física (ricos en proteínas para los deportistas). En este hotel lo preparan en una neverita y… ¡ready to go!

    Refrescos light como bebida social: es verdad que este tipo de bebidas reducen significativamente el aporte de calorías, pero hay que dejar de pensar que por tomarlas nos estamos cuidando ya que “no hacen una contribución nutricional positiva al organismo”. Según Cánovas, “es mucho más beneficioso inclinarse por bebidas como el zumo de tomate, que tiene muy pocas calorías y aporta nutrientes”.

    Sin embargo, en contra de lo que muchos pueden pensar, no es necesario renunciar a la cerveza fresquita, de hecho, muchas investigaciones han demostrado que el consumo de cerveza sin alcohol tiene numerosos beneficios, entre ellos el de estimular la producción de ‘colesterol bueno’, que previene la formación de depósitos de grasa en las arterias y disminuye el riesgo de padecer infarto en corazón y cerebro. Además contiene antioxidantes que frenan el envejecimiento y deterioro de las células del organismo.

    Saltarse la cena: haber picado algo a media tarde no debería implicar saltarse una comida principal como es la cena, “aunque sí hay que adaptarla, reduciendo proporcionalmente el grupo de alimentos que se haya tomado durante el picoteo”, explica el nutricionista de Barceló Montecastillo.

    Imágenes: @renskroes.

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