Todas las pieles necesitan hidratación. Estas situaciones ocurren por la confusión que hay entre los términos HIDRATACIÓN y NUTRICIÓN. “Normalmente una piel hidratada está nutrida, pero una piel con nutrientes puede estar terriblemente deshidratada”, explican los expertos.

“Me estiro la piel y noto arrugas, ¿estoy envejeciendo?”. Si y no. Como todos, puede que estés envejeciendo, pero no siempre las arrugas presentes en nuestro rostro responden a los signos de la edad y, además, hay un tipo muy concreto de arruguitas que corresponden a pieles faltas de hidratación. Y es que hay muchos que no usan crema hidratante porque con ella se notan la piel grasa, dejando de este modo al tejido sediento de humectantes, lo que lleva a pieles deshidratadas a presentan problemas de sequedad, sensibilidad o incluso un envejecimiento prematuro.

Típicas de estas situaciones son las que muchos denominan como arrugas brillantes o arrugas gesticulares. La piel, cuando se estira con la yema de los dedos o ante determinados gestos de expresión, aparece arrugada, pero brillante y tirante al mismo tiempo. Eso ocurre porque al tejido le falta la humedad que necesita para estar jugoso y deja un aspecto de piel ajada.

“Un tejido sin humedad se suele sentir más áspero al tacto e incluso descamado, mostrando los poros más cerrados. También en estos casos se suele presentar un exceso de sensibilidad y arrugas que solo aparecen cuando se intenta estirar, lo que se denominan finas líneas gesticulares, que no son arrugas, sino falta de flexibilidad en el tejido por una ausencia de hidratación”, nos cuenta Raquel González, directora de educación de Perricone MD

La clave está en la diferencia entre hidratación y nutrición

“Nos encontramos cada día con pieles muy grasas que presentan profundos casos de deshidratación. Esto ocurre por una clara desinformación. Usuarios con pieles grasas consideran que no necesitan hidratación, cuando sí la requieren, siendo solo nutrientes lo que tienen a raudales”, comenta Bella Hurtado, directora de educación de Aromatherapy Associates.

¿Qué les falta? Principios como el ácido hialurónico y la urea, y les sobran nutrientes como la vitamina F o la manteca de karité.

Una piel puede estar congestionada (con grasa, granitos…) y, al mismo tiempo, carecer de la humedad necesaria para que se mantenga en condiciones óptimas. “Para estos casos, la recomendación es apostar por texturas ligeras y por productos muy ricos en ácido hialurónico y con baja concentración de nutrientes, favoreciendo así la hidratación y evitando una saturación del tejido”, añade Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.

¿Por qué tanta importancia al ácido hialurónico? Porque es famoso por ser capaz de mantener hasta 1.000 veces su propio peso en agua, es el responsable de mantener la humedad, eso sí, “siempre y cuando esté bien formulado, con una buena encapsulación y con diferentes pesos moleculares, de modo que pueda penetrar hasta las capas más profundas de la piel”, añade Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.

Qué cremas hidratantes son las mejores para estas pieles

De nuevo, la clave está en apostar por productos ligeros con una fuerte carga humectante, que se encuentra en ingredientes como el ácido hialurónico o el pantenol. En estos casos, cuando uno busca una fórmula que no congestione, debe evitar las concentraciones lipídicas de los ácidos grasos.

El suero antiedad de las pieles grasas

Las pieles, cuando maduran, suelen incluir principios antiedad más ricos, como son la vitamina F (ácidos grasos), puesto que asociados al avance de la edad van las cascadas de pérdida de nutrientes que influyen en la aparición de finas líneas, arrugas y descolgamiento del tejido. ¿Qué antiedad puede haber para quienes maduran, pero siguen con la piel grasa? “A este tipo de pieles les vendrán bien principios cuyo acercamiento a la teoría antiedad no vaya tanto por los nutrientes”, explica Valeria Navarro, de Boutijour.

Imágenes: Freepik Premium

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