La maquilladora favorita de la industria y una de las mejores amigas de muchas tops, entre las que se incluyen Kate Moss exporta su know how a EE.UU. Su firma homónima (lanzada en Europa el año pasado) ahora puede encontrarse en los almacenes más exclusivos del país, como Nordstrom o Bergdorf Goodman. Entre sus productos favoritos, su iluminador Wonder Glow de efecto flash al que ella misma define como el efecto «Gisele en un tarro» (por la supermodelo brasileña).

Fue en los noventa, a medida que se forjaba el fenómeno top model, cuando la carrera de Tilbury comenzó a despegar y a crear un estilo propio basado en la belleza glamourosa, poderosa y sofisticada de la época. Porque según cuenta ella misma: «toda mujer quiere verse guapa y sexy, y el maquillaje es la herramienta perfecta para lograrlo».

Una de las últimas en querer sentir en su piel el elfecto Charlotte ha sido Kim Kardashian, que en una de sus últimas visitas a Londres reclamó la maestría con las brochas de Charlotte para darle a su imagen un acento cool a lo brit girl.