Cada año, las cenas o comidas navideñas multiplican la ingesta de comida a la que estamos habituados. Platos que multiplican su cantidad, regados con extra de alcohol y una cantidad inaudita de dulces que, según el Instituto Médico contra la Obesidad, harán que las personas ganen de media entre medio y un 1,5 kilos.

Evitar arruinar la línea es posible. Hablamos con los expertos de esta organización para crear un menú festivo en su justa medida.

1. Elige una técnica de cocina que no sume calorías.

Desde IMEO destacan como técnicas culinarias más saludables el horno, papillote, vapor, hervido, plancha y salteado. A cambio, desaconsejan los guisos, fritos, sofritos, estofados, brasa y microondas por ser menos saludables y porque en algunas ocasiones pueden multiplicar por tres las calorías del plato.

2. Cantidades las justas.

Piensa en calidad antes que en cantidad. Comprar la comida justa para los comensales que asistan al evento garantiza su consumo. Evitarás tener la nevera llena con las sobras o tener que deshacerte de los restos.

3. Olvídate del ayuno.

Muchas personas no prueban ni bocado o apenas comen antes de la comida o cena principal en un día festivo pensando que de esta forma compensarán los excesos que van a tener. Un grave error, totalmente desaconsejado, ya que promueve el síndrome de atracón posterior.

4. Compensar los excesos.

Siguiendo la filosofía de la Dieta de los Días Alternos, recomendamos los días posteriores a las comidas navideñas hacer un menú depurativo.

Imágenes: @jshealth, @renskroes.