«Todas las ciudades tienen su encanto, Granada el suyo y el de todas las demás», decía el poeta Antonio Machado. La antigua capital del Reino Nazarí se postula como la escenario perfecto para una escapada romántica.

Las angostas calles de su judería prometen paseos que despertarán a Cupido y las hermosas vistas desde el Abaicín se sellarán con gestos de amor eterno. Descubre la la última capital romántica sin salir del país.

Una habitación con vistas

Descubrir el encanto de la artesanía morisco en la propia habitación es un lujo solo apto para unos pocos. Casa Morisca fue diseñada por este grupo de árabes que permanecieron en la península tras la reconquista y construyeron unas casas utilizando ornamentos tradicionales en su arquitectura. El hotel cuenta con habitaciones que miran directamente hacia la Alhambra.

Gastro experiencia histórica

Rompe con alguna jornada de tapeo para sentarte a la mesa de este restaurante histórico. El Claustro está situado en el refectorio del convento de clausura de Santa Paula, el restaurante conserva el artesonado mudéjar y la estructura originales, por lo que además del paladar se garantiza el placer de los sentidos. ¿Para la boca? Gastronomía de mercado, cimentada en los productos andaluces de primera calidad y de temporada.

Hamman romántico

En Granada se encuentran los primeros baños árabes reabiertos en Europa tras su cierre en el siglo XVI. Al Andalus está situado a los pies de la Alhambra, sobre las ruinas de un antiguo Hammam, en el que disfrutar de un baño árabe con masaje en el que reinventar el tradicional ritual.

Imágenes: @bethanychaseauthor

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