Una de las muchas hipótesis sobre el origen del concepto fish & chips es que fue introducido en Inglaterra por emigrantes judíos procedentes de la Península Ibérica (sefardíes), quienes llevaron consigo la receta del ‘pescaíto frito’ y la adaptaron a los gustos e ingredientes que pudieron hallar en esa zona del mundo.

Con esa idea en mente, en Fishgon (Passeig de Sant Joan, 66 Barcelona) han querido fusionar el estilo más clásico y cosmopolita de Londres, con la frescura, calidad y variedad de las frituras de pescado que nos aporta nuestra gastronomía. Para materializar su propuesta, los socios de La Despensa Creativa buscaron un local amplio, luminoso y con dos ambientes, que ofrece luz, color y un ambiente oceánico. En él han desarrollado una decoración moderna y ecléctica, abierta al exterior que refleja a la perfección el entorno urbano en el que se encuentra y que hace al cliente sentirse cómodo al instante.

Fresco, diferente y refinado

Después de muchas pruebas y de incontables ensayos, en Fishgon han encontrado una fórmula ideal que refleja esa fusión británico-mediterránea con recetas sencillas pero muy ricas, basadas en ingredientes frescos y de proximidad, presentadas de forma sencilla y atractiva, a las que apetece hincar el diente nada más verlas.

Entre los platos más emblemáticos está La Original, con merluza fresca de palangre en tempura de cerveza de doble malta con crunchy de cereales, o los Taquitos de Rape fritos con crujiente harina y servidos con unas deliciosas patatas fritas, sin olvidar el auténtico Calamar en tempura oriental o la Tortilla de Camarones al estilo de Cádiz. Tampoco pueden faltar los mariscos, como la gamba blanca traída de la costa atlántica o The Crab, cuerpos y bocas de cangrejo cocidas en agua salada y pre-troceadas. Y… ¿cómo poner punto final a una estupenda comida sin probar los postres? Imposible resistirse al sorbete de frambuesas o a la ‘Piña Colada’ preparada con piña y mango, almíbar de ron y espuma de coco.

Imágenes: D.R.