Que Cuba es tendencia es incuestionable. Chanel lo avanzó en primavera, cuando celebró en su capital uno de los desfiles de año. Ahora, es La Habana la que se ha instalado en Madrid.

Habanera es el último punto de encuentro gastro de la ciudad. En torno a un patio de estilo colonial se reinterpretan las antiguas fachadas y el encanto de la urbe. ¿Cómo? Iluminación cálida y una vegetación que recrea el ambiente tropical y todo el optimismo de la localización cubana.

En sus platos la mezcla manda. Comida mediterránea, pero con influencias de todas partes del mundo dominan su carta. Tortilla trufada con espuma de patata, falsos nigiris de causa limeña con pulpo a la brasa y mayonesa de pimentón o los canelones de carrillera estofada al vino tinto con puré de boniato asado, son algunas de sus estrellas. Y para el postre, una apuesta castiza con la “Torrija de torta de anis y sabayon de Vainilla”.

El desayuno es otro de los grandes momentos para disfrutar en Habanera, sobre todo el fin de semana. En poco tiempo, sus brunchs se han hecho famosos gracias a los zumos que te transportan al trópico, arepas y los huevos benedictine que prometen atrapar a los paladares más clásicos.

Imágenes: @habaneracolon.