La mini reaparece en primavera como una de las piezas clave de la temporada. Para elevar la prenda a un estatus dominante en el look basta con acertar en el modo de uso. Elegir bien el corte, un zapato adecuado al estilo y un top que muestre poca piel son algunas de las reglas básicas para llevarla con éxito. Por el momento, comenzamos con tres de las siluetas más recurrentes del armario.

1. El nuevo sastre

La etiqueta de trabajo de los ochenta es una de las grandes inspiraciones del momento y se interpreta también en minifalda. Tibi propone una versión acompañada de blazer oversice. Con camiseta neutra y zapatos ligeramente masculinos consegiras el espíritu de estos tiempos.

2. Flechazo print

Para generar un estilo que demuestre como hemos entrado en la temporada más cálída de forma definitiva entran en juego los estampados y los tejidos. Siluetas en A ligeras y que insinuen vuelo son imprescindibles en el guardarropa. Para adecuarlas al código urbano incorpora unos botines con detalles rock y una camisa de inspiración vintage como presenta Chloé.

3. Acabado brillante

Si en invierno el cuero fue el rey de la noche, ahora le arrebata el puesto el vinilo. Pero para que la ecuación gane en chic, esta mini se alía con blusas de grandes volumentes y cortes recatados, como apunta Isabel Marant. A los pies sandalias de tiras planas o con tacones en su mínima expresión.

Imágenes: L’Estrop.