Ha vuelto a ocurrir. El efecto Kate se ha desatado y ha dejado fuera de stock a una nueva pieza. La Duquesa de Cambridge reafirma su posición como icono de la moda británica.

Una de las principales claves de su éxito es que mantiene la elegancia que exige la etiqueta real desde una perspectiva cercana. Muestra de ello fue el vestido de Vanessa Seward de inspiración retro y estampado floral (con colores que evocaban a los clásicos navideños) a la comida benéfica con los voluntarios The Mix.

La firma publicaba en su cuenta de Instagram una imagen de la escena, indicando que la pieza estaba a la venta a través de su página web y solo pasaron 24 horas para que se agotase.

La prenda de jacquard en seda italiana ascendía a 850 libras, algo que no ha sido impedimento para que desaparezca de los almacenes de moda.

Imágenes: Cordon press.