Nadie, domina tanto y tan bien el factor sorpresa como Karl Lagerfeld. Tras una galería de arte, un supermercado, una brasserie y un casino, el kaiser ha convertido el Grand Palais en un aeropuerto en el que ha presentado su colección primavera-verano 2016.

«Bienvenidos a Chanel Airlines, abróchense los cinturones y prepárense para el despegue» se anticipaba minutos antes de un desfile con destinos muy concretos. Dubái, Salzsburgo o Dallas fueron algunos de los lugares que anunciaban las pantallas y a donde las modelos ponían rumbo con maleta en mano. Un guiño a las ciudades donde la maison ha desplegado su magia últimamente.

Sobre la pasarela, los grandes clásicos de la firma reinterpretados para el otoño. Trajes tweed, pantalones acampanados y estampados coloristas. Esta vez, aderezados con guiños sport y sandalias de velcro con una mínima plataforma y luces led alrededor.

Entre los invitados pudimos ver a Vanessa Paradis junto a su hija y actual imagen de la firma, Lily-Rose Depp, Kaya Scodelario, Kris Jenner y los deportistas Maria Sharapova y Lewis Hamilton. No podía faltar Cara Delevingne que, pese a su retirada de las pasarelas, quiso acompañar al diseñador como parte de la tripulación de uno de los vuelos de Chanel Airlines. En esta ocasión, en un segundo plano y junto a su actual pareja, la cantante St. Vincent.

Imágenes: @chanelofficial.

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