Durante mucho tiempo, prácticamente desde que Alessandro Michele, el director creativo de Gucci, entrara en escena, la moda se ha obsesionado con el maximalismo. Los colores, los patrones y las texturas se mezclaron con toda libertad, y los accesorios aumentaron de tamaño para crear más contraste aún en una oda a los 70.

Pero el péndulo de la moda nos hace saltar en el tiempo para recuperar las líneas básicas y los colores planos de los 90. ¿Recuerdas los vestidos lenceros asimátricos de Gwyneth Paltrow y de Kate Moss? Esta temporada regresan en una paleta de color que da preeminencia a los tonos tierra, desde los más claros hasta los más oscuros, además del negro, un tono que suele asociarse a esta tendencia pero que no es, ni mucho menos, un mandamiento que cumplir. El blanco se postula también como uno de los tonos minimalistas de la temporada, pero también el gris perla y el beis.

Entre los diseñadores que actualmente defienden esta tendencia destacan Bottega Veneta (ver foto principal), The Row, Prada, Gabriela Hearst, Loewe y Victoria Beckham. Entre las apuestas de The Row destacan los total looks blancos. Abajo, Prada también se decanta por las líneas depuradas y los colores lisos para este verano.

Imágenes: L’Estrop, Cordon Press, Instagram