De un tiempo a esta parte, cada vez son más las celebrities que llevan camisetas de merchandising, en su mayoría de grupos de heavy metal y de rock como las que abundaban en los ochenta y en los noventa de la pasada década: Metallica, Pink Floyd, Kiss, Bruce Sprinting o AC/DC vuelven a estar en voga, y la culpa de este nuevo resurgir la tiene la pechera de modelos y actrices con millones de seguidores en las redes sociales.

Tanta es la fiebre por el merchandising, que artistas más actuales, como Kanye West, están apostando por este sector. Aunque nunca ha desaparecido porque es consubstancial a la cultura de las giras, la manera como se presenta tiene mucho margen para innovar. Kanye West lo ha visto claro y ha instalado pop-up stores dedicadas exclusivamente a la venta de ropa -camisetas, sudaderas, gorras, etc.- de la gira The Life Of Pablo. Dependiendo del espacio disponible en cada ciudad, el rapero instala escaparates con el material bien dispuesto como si de una boutique se tratase, con mesas, vitrinas y percheros.

Por lo general, la apertura de estas tiendas efímeras provoca la formación de largas colas de fans ansiosos por adquirir una de las múltiples prendas del tour, ya que, exceptuando la reventa por precios desorbitados, es el único lugar donde están disponibles en mayor número y variedad.

No sería de extrañar que, dado el tirón y la influencia que tienen muchos artistas hoy en día, no solo en la música, sino también en la moda, desde Taylor Swift a Beyoncé pasando por Rihanna y Justin Bieber, el mundo del merchandising alcanzara cotas de sofisticación y creación de objetos de deseo sin precedentes, y que llevar el nombre de un artista estampado en prendas de vestir trascendiera el mero amor por la música, como probablemente ya sucede en los muchos casos en los que vemos a veinteañeras con camisetas de grupos ya desaparecidos.

Imágenes: Cordon Press, D.R.

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