Estas mañana conocíamos la noticia a través de su cuenta de Twitter. «David Bowie ha muerto en paz hoy rodeado de su familia, después de una valiente lucha de 18 meses contra el cáncer. Mientras muchos de vosotros compartiréis la pérdida, pedimos respeto a la privacidad de la familia durante su tiempo de dolor”.

Ayer, la leyenda del glam moría en Nueva York, una semana después de publicar su último trabajo Blackstar (coincidiendo con su 69 cumpleaños).

La influencia de Bowie ha trascendido a la música. Desde que Space Odity (1969) narrase las hazañas espaciales de la época en formato lírico, el artista de Brixton se convertiría en la voz de una generación. Pero también en su estilo.

El glam llegaría a su culmen con Ziggy Stardust, uno de sus alter egos de maquillaje excesivo y pasión por la provocación. Luego llegaría The Thin White Duque, personaje que ofrecía una versión más refinada pero con juego andrógino que llegó con Station to Station (1976).

Más tarde vendría la conocida como Trilogía de Berlín, tres trabajos desarrollados en la capital Alemana en los que se incluye su éxito Heroes. Los ochenta trajeron Let’s Dance y otra serie de éxitos que le conducirían hacia una versión más electrónica en los noventa y que se ha dejado sentir incluso en último disco.

Imágenes: @davidbowie.