Parece ser que los ángeles de Victoria Secret no son tan felices como se dejan ver. Aunque las cuentas de Instagram de las modelos se llenan de imágenes de ellas entrenando felices o posando juntas entre bambalinas, la realidad es mucho más dura de lo que dejan ver.

La última modelo en reivindicar un abuso ha sido Erin Heatherton. Ella dejó Victoria’s Secret en 2013 y ahora ha relatado al diario Motto su experiencia en aquella etapa: «Me pidieron que perdiera peso para los dos últimos desfiles en los que participé. Cuando me lo dijeron, me giré y pregunté: ¿De verdad?», señaló la estadounidense, que asegura que llegó a un punto en el que se quedaba mirando su cena pensando que, tal vez, no debería comer por miedo a engordar.

«Estaba muy deprimida porque me ejercitaba muy duro y sentía que mi cuerpo me resistía», continuó Erin, que hacía deporte una media de dos veces al día para cumplir así con las exigencias de su acuerdo con la firma.

Tras esos años de presión, Heatherton llegó a pensar en poner fin a su carrera en la industria, aunque al final no lo hizo. Desde entonces se ha planteado una nueva batalla: acabar con esos estrictos cánones de belleza y aprender a querer el cuerpo tal y como es: “imperfecto”, así lo dice en un mensaje que compartió en su perfil de Instagram, con 707.000 seguidores.

Imágenes: Cordon press, @erinheathertonlegit.