Después de una intensa jornada laboral hay dos opciones antagónicas que pueden completar el día. Hay quienes optan por una sesión de entrenamiento en la que sudar las tensiones del día. Otras prefieren relajarse en una cálida bañera y rendirse al relax.

Pues un estudio desarrollado por la Universidad de Loughborough en Inglaterra ha revelado que ambas actividades son igual de beneficiosas. Los investigadores han descubierto que los participantes que montaron en bicicleta a una velocidad moderada durante una hora quemaron la misma cantidad de calorías que los que se dedicaron un baño a 40 grados. Además, ambos grupos habían bajado los niveles de azúcar en la sangre (un signo de un golpe en el metabolismo).

Pero ¿puede el cuerpo quemar calorías con el simple hecho de sentarse en la bañera? El estudio indica que el calor extremo (y el frío) aumentan las frecuencias cardíacas y ponen el sistema circulatorio a trabajar.

El experto en medicina funcional (y miembro del Consejo de Salud) Frank Lipman, dice que ha visto beneficios similares para la salud al sentarse en una sauna. «Aunque no debe ser considerado un reemplazo para el ejercicio, una sauna de infrarrojos puede proporcionar algunos de sus beneficios, ya que aumenta la circulación y la sudoración en el cuerpo, y puede servir como una maravillosa manera de aliviar el estrés», comenta.

Imágenes: @lush.