Desde que las dietas proteicas se convirtieron en las reinas de la pérdida de peso en tiempo récord, los hidratos de carbono han sufrido una caída en picado.

El miedo a engordar a través de este alimento (infundado siempre que se haga un consumo equilibrado) ha hecho que incluso las redes le pongan una etiqueta: #carbofobia.

En países como el Reino Unido y Estados Unido le han declarado la guerra a esta categoría alimenticia. «Nos estamos convirtiendo en un país que está empezando a tener miedo a los carbohidratos de la misma manera que se tuvo a la grasa”, ha afirmado una nutricionista norteamericana, Dana James, a la revista Byrdie.

Tanto los carbohidratos, las grasas y las proteínas son macronutrientes que nuestro cuerpo necesita.

Y es que, según esta experta, si hace 25 años era habitual que en la lista de la compra hubiera lecha desnatada o comidas bajas en grasa, ahora la obsesión es optar por alimentos paleo o gluten free.

Pero si es el aporte calórico lo que importa, cambiar el hidrato por otras comidas como la inspirada en la de los primeros hombres es un error. «Un pan paleo realizado con harina de almendras o de coco, suma las mismas calorías que uno tradicional», indica Stephanie Taibe, nutricionista a la misma publicación.

Imágenes: @letscookvegan.

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